Kiko Rivera e Irene Rosales han puesto fin a su matrimonio tras trece años juntos y dos hijas en común, en una decisión tomada de mutuo acuerdo y sin terceros implicados. Ambos insisten en que no habrá reconciliación ni conflictos económicos, y que su prioridad será mantener una relación cordial por el bienestar de sus hijas. Kiko ya ha comenzado su nueva vida en otra vivienda cercana, mientras Irene se centra en sus hijas y en su presencia en redes sociales. La influencer ha desmentido rumores sobre infidelidades o problemas financieros y busca llevar esta separación con discreción.